Conocer el Cusco es una experiencia extraordinaria, cada plaza, cada pileta, cada iglesia, cada museo y cada casona guardan un pedazo de historia. La ciudad misma es uno de los grandes tesoros del Perú, el área es muy rica en cultura viva milenaria, la de los indios quechuas, muchos de los cuales mantienen la misma forma de vida desde hace cientos de años.
En el Cusco se contrastan decenas de costumbres y actividades desarrolladas por los locales y cientos de extranjeros enamorados de la ciudad. Déjese atraer por el inacabable magnetismo del ombligo de Mundo.
Sus imponentes complejos arquitectónicos incas como Saqsaywaman, Pisaq, Ollantaytambo, Chincheros, Tipón, Pikillacta, Moray, Choquequirao y muchos otros, son la expresión viva de aquella gran cultura que se desarrolló en el Imperio del Tawantinsuyo, cuando hombres de gran sabiduría y fina arquitectura forjaron la piedra con total dominio para construir ciudades, santuarios, terrazas, palacios y caminos misteriosos, que el tiempo no ha podido destruir, ni la ciencia ha podido explicar de como se lograron construir.
MACHU PICCHU
“Maravilla del Mundo”, es la principal ciudad inka erigida en montañas inaccesibles de la selva sub-tropical, enclavada en los valles inter andinos de la cordillera de Vilcabamba. Ciudad rodeada de elevados cerros y profundos cañones, mantiene sus ciclópeas construcciones de piedra en viviendas, palacios, plazas, callejuelas, escalinatas, terrazas y el Intihuatana ó RELOJ SOLAR, al que los Incas ingresaban por el Intipunco ó PUERTA DEL SOL. Dominando esta enigmática ciudad el WAYNA PICCHU ó montaña joven se yergue imponente desafiando a ser escalada por sus difíciles y riesgosos caminos, rodeados de profundos abismos. Descurrir por sus escalinatas y llegar a la cima es recibir fuente de energía. Hay quienes no se atreven a escalarla.
Existen vestigios también de otra época catalogada como PRE-INKA en los que destacan los restos arqueológicos de Raqchi que ostenta señales del gran templo erigido al Dios Wiracocha ó Dios Sol, rodeado por callejuelas y construcciones de piedra ciclópea en formas circulares que habrían sido silos de almacenamiento de productos agrícolas. Las huellas de la naturaleza quedan imborrables al paso de los tiempos, las enormes columnas de piedra y barro demuestran las colosales obras de la ingeniería y arquitectura pre-inca que hoy son reconstruidas y protegidas por el Estado.
De otra época colonial quedan como diamantes eternos, La Catedral, el Templo del Qoricancha, nuestros museos, otros templos e iglesias que causan una agradable impresión y admiración en el contraste del tiempo. Las tradiciones de cada pueblo se expresan en sus fiestas, danzas, artesanía, música, gastronomía, vestimenta, pintura y costumbres que hacen diferente y admirable a cada lugar y sus etnias.